La limpieza áurica a través de energía pránica canalizada se utiliza para limpiar el alma de una persona de energías densas.
Esta limpieza no es siempre de
entidades negativas autogeneradas o parásitos astrales (Ver Glosario de
términos); muchas veces se utiliza para limpiar estancamientos de energía propia
del consultante que se ha cristalizado debido a vivencias traumáticas, a
estados emocionales bajos, y también por trabajos y rituales negros que se ha
realizado en contra de la persona o que ella misma ha practicado por
desconocimiento.
Tiene como objetivo limpiar el campo
aúrico, campo de energía vital que interpenetra nuestros cuerpos físico,
emocional y mental y el cual es observable a través de la clarividencia o
videncia interior. Cuando se efectúa la limpieza, nuestra Alma puede volver a
un estado más puro y podemos conectarnos más fácilmente con nuestra Esencia
Espiritual.
Muchos problemas de pareja o de
convivencia familiar son producidos por energías que se alojan en el aura de
uno de sus integrantes produciendo un “cortocircuito” cuando se choca con el
aura más limpia y armonizada de los otros. Si las auras de una pareja o de los
miembros familiares no están en la sintonía adecuada será muy difícil llevarse
bien, porque el choque de energías va a ser difícil de evitar. Eso sin tomar en
cuenta que en el acto sexual las auras se entremezclan uniéndose también,
produciendo un intercambio de energías entre la pareja, y por eso muchas veces
un miembro de la pareja padece una enfermedad o conducta egoica (rol del ego) y
al tiempo el otro lo sigue o imita. También es común el contagio de parásitos
astrales entre padres e hijos, donde estos últimos son los que más suelen
cargar con el conflicto, somatizándolo como enfermedad. Estos problemas tienen
solución en las manos de quien posee el conocimiento adecuado para tratar dicho
problema.
Una segunda forma, que
complementa la limpieza áurica, corresponde a los baños personales energéticos
con la ayuda de los elementales de plantas y a través de la Gemoterapia, que se
pueden realizar con la asesoría complementaria a los Trabajos de Luz
realizados.
Purificación y
consagración
La purificación se utiliza después
de una limpieza áurica para eliminar las partículas energéticas y residuos que
hayan quedado en el alma del consultante y de esta manera lograr el cierre de
la sanación. La consagración se usa para “apartar” un Ser al servicio de la Luz,
es decir protegerlo, es una especie de cierre energético para evitar los
influjos negativos; se ayuda a que el Alma esté predispuesta (por medio de su
autorización) a trabajar en adelante con la Luz.
Por lo tanto este Ser queda
“orientado” hacia el lado del bien, y por lo tanto menos propenso a la acción
del mal. Por eso se dice que un elemento está consagrado, cuando se lo utiliza
para el bien, lo mismo pasa con un alma: consagrarla es ofrecerla en manos de
la luz. También existen consagraciones para el mal pero eso entra en el “otro
lado” o polaridad.
Para más información, o para
contactarse con nosotros leer “Trabajos de Luz” de este blog.
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